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La educación como cimiento: el Jardín de Infantes N° 918, un faro de contención y esperanza en el barrio Otero

En el sur de Pergamino, una comunidad educativa desafía las adversidades con amor, vocación y compromiso. El Jardín de Infantes N° 918 “Santa Teresita del Niño Jesús” se convierte en un pilar silencioso pero vital para cientos de familias. Un lugar donde se cultiva lo esencial: el derecho a una infancia digna.

Hay rincones de la ciudad donde el porvenir se escribe en crayones, juegos y canciones. Uno de esos lugares es el Jardín de Infantes N° 918, en el barrio Otero, al sur de Pergamino. Desde 1988, esta institución pública, gratuita y de gestión estatal se erige como un bastión de contención y aprendizaje para niños y niñas desde los 45 días hasta los 5 años.

Ubicado en las calles 101 y 120, el jardín no es solo un edificio: es una escuela de humanidad. Allí se enseña a convivir, a respetar, a soñar. En sus salas maternales se acompaña el crecimiento de los más pequeños, estimulando sus sentidos, fortaleciendo su autoestima y generando los primeros lazos con el mundo escolar. En las salas de 3, 4 y 5 años, la tarea continúa con una mirada inclusiva, personalizada y afectiva.

La directora Silvana Carnevale, al frente de un equipo docente incansable, no solo dirige: abraza. Junto a sus colegas, multiplica esfuerzos en un contexto de recursos limitados, sosteniendo un proyecto pedagógico que marca un antes y un después en la vida de cada niño. “La educación inicial no es solo una etapa: es el inicio del camino a la igualdad”, afirman desde la institución.

La matrícula, sin embargo, ha bajado en los últimos años. Un dato que preocupa pero que también convoca a la acción. Desde la redacción de PERGAMINONOTICIAS.COM.AR, acompañamos el llamado a las familias del barrio y de la ciudad a acercarse, conocer y ser parte de esta comunidad educativa que, con esfuerzo y corazón, hace la diferencia.

Entre las propuestas pedagógicas más destacadas para este año se encuentra el trabajo con la expresión corporal como eje institucional, abordando integralmente el desarrollo motor, emocional y social de los niños. Se suman experiencias musicales contextualizadas, el uso transversal de herramientas tecnológicas como tablets, pizarras digitales y robots educativos, y proyectos innovadores como el armado de un mariposario y el embellecimiento del patio.

“Se aprende jugando”, repiten las docentes. Y en ese juego hay contenido, intención, mirada. En el Jardín 918 cada niño es llamado por su nombre, cada historia es escuchada, cada necesidad es atendida. Porque allí, donde muchas veces el Estado no llega con todo su peso, la vocación docente suple con presencia, paciencia y pasión.

Los horarios de atención son de lunes a viernes, de 8:00 a 12:00 y de 13:00 a 17:00. También se pueden realizar consultas telefónicas al (2477) 469675. Una web institucional está en proceso de desarrollo para compartir el trabajo diario con las familias y fortalecer el vínculo con la comunidad.

En medio de un escenario social complejo, donde la urgencia muchas veces tapa lo importante, jardines como el 918 nos devuelven la fe en la educación pública. Nos recuerdan que hay lugares donde se siembra futuro en silencio, con tiza, canciones y ternura.

Opinión pública: En tiempos donde la agenda suele centrarse en lo espectacular o lo trágico, poner en valor instituciones como el Jardín 918 es, en sí mismo, un acto de justicia. La educación inicial debe ser política de Estado. Y jardines como este, una prioridad. Porque donde nace la esperanza, crece el país.

Redacción de PERGAMINO NOTICIAS del Grupo de Medios infopba.com

Fotografía: Primera Plana