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Roberto Peña y la calesita de Pergamino: un legado que gira al ritmo de la infancia

La historia de un hombre que convirtió un simple deseo familiar en un ícono cultural que aún hoy emociona y convoca en la Plaza 25 de Mayo. La calesita de Roberto Peña es mucho más que un juego: es un refugio emocional, una cápsula del tiempo que une generaciones.

Todo comenzó en 1987, cuando Roberto Peña y su esposa Adriana Ianni llevaban a su hijo Luciano a la calesita de la Plaza San José. Aquel carrusel, que marcó la infancia de muchos pergaminenses, desapareció cuando sus dueños se mudaron a Córdoba.

Fue entonces cuando Adriana expresó lo impensado: “Qué lindo sería tener una calesita nuestra”. Esa frase, dicha al pasar, sembró el germen de un sueño que con el tiempo se transformó en realidad.

Roberto trabajaba como administrativo y chofer, pero juntos comenzaron a buscar una calesita en venta. La encontraron en la esquina de Vela y 9 de Julio, la compraron y la reacondicionaron con esfuerzo. El plan era devolverle a la ciudad ese lugar mágico donde los chicos pudieran girar, reír y soñar.

“Fue un éxito. Un sueño hecho realidad que surgió de la nada”, recuerda Roberto. Con el tiempo, dejó su trabajo para dedicarse por completo a ser calesitero, acompañado siempre por Adriana.

Un carrusel que resiste al paso del tiempo

Hoy, en un mundo atravesado por las pantallas y el vértigo digital, la calesita sigue girando. Y con ella, también la infancia.

“Después de la cuarentena, volvió la magia”, cuenta Roberto. “Los chicos que venían antes regresaron. Algunos lloraban en la primera vuelta porque no recordaban el espacio, pero a la segunda ya estaban felices”.

Y agrega un gesto que lo pinta de cuerpo entero: “Más de 65 chicos se subieron por primera vez. A esos no les cobro. No puedo cobrarles por algo que no conocen. La calesita es el primer juego, y para los padres es volver a ser chicos también”.

Un emblema que late en el corazón de Pergamino

La calesita instalada en la Plaza 25 de Mayo ya forma parte del paisaje emocional de la ciudad. No es solo una atracción: es un símbolo, una memoria viva.

Para PERGAMINONOTICIAS.COM.AR, historias como la de Roberto Peña son las que definen la identidad de Pergamino. Son el recuerdo de una infancia compartida, y la muestra de que los sueños, cuando se construyen con amor, pueden durar toda una vida.

Fotografía y Fuente: Canal 4 Pergamino.